29 de enero de 2022

The master of the moving pages

Hace casi un año que dejé de ser ND y recuerdo llorar mucho, fundamentalmente de frustración, cuando pasó. Pero ahora soy ND otra vez, y ahora tengo perfiles de rrss propios (bueno, yo no, Hoopoe los tiene), y me llamo Hoopoe. O diré que me llamo así. La verdad es que estoy increíblemente emocionada ante la perspectiva y ahora tengo un niño de ojos marrones y pelo imposiblemente largo que vive sin pagar alquiler en mi cabeza.

Crear historias es algo que sé que se me da bien, y ahora resulta que es parte de mi trabajo. A veces tengo miedo de ir a despertarme de esta especie de mundo onírico en el que ahora vivo. Porque sí, es un sueño aunque muchas veces no se sienta como tal. Al fin y al cabo, todos los trabajos tienen sus cosas. Pero es un trabajo que me encanta y en el que quiero seguir progresando. Y espérate que llegue agosto, que entonces sí que nos vamos a reír. 

La ansiedad galopante de la última vez se ha ido, y la sonrisa de Ismail me da paz. Mucha. 
Eso, hasta que Twine decide no guardar mi historia, entro en modo berserk y lleno la mazmorra de enemigos porque me tengo que desquitar con alguien. Con los PeJotas. Sí. 



Cosas que tienen que ver, qué bendición es el nightcore

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