Hace unos días le preguntaba a Bob qué tan mala persona era por querer que ciertos personajes de mi pasado conociesen mis éxitos y que, en el fondo, les doliese. Quería saber si era un ser humano 'peor' solo por querer regodearme en mi orgullo durante cinco minutos. Ya sé que, aunque debería estar orgullosa de lo que estoy consiguiendo, esa no es la dirección adecuada. Restregarlo en la cara de gente que ya no me importa no es para nada el objetivo.
Y, aún así, no puedo evitarlo. Me sé la teoría perfectamente, pero tampoco quiero esconder que me apetece que se enteren. Todos aquellos que en algún momento me hicieron daño, que me hicieron dudar, que no se molestaron lo bastante en cuidarme cuando los necesitaba, aunque yo me había dejado las palmas cuidándolos a ellos. Es sorprendente lo concreto, estoy pensando en personas con nombres y apellidos, en gente a la que no quisiera humillar, pero que sí querría señalar con el dedo mientras me parto de risa y digo "chúpate esa".
No, ya sé que no es sano ni recomendable. Solo es humano, muy humano por mi parte. A veces me sigue poseyendo Alastor y creo que hay gente que se merece un castigo, gente que ha pasado por mi vida y que, siento, no le di el guantazo en el boquino que debí haberle dado. Que no les grité todo lo que pensaba, que no los mandé a la mierda cuando podría haberlo hecho. A veces me descubro pensando que los agarraría de la pechera y les diría cuatro cosas bien dichas.
No hay mayor reflexión detrás de esto. Que no es una cosa buena, ya la sé. No voy a terminar esto diciendo que luego se me pasa y me acuerdo de la gente que tengo a mi lado, la que lleva años conmigo, la que de verdad importa.
Claro que no.
Esto va por todos ustedes, personas de pacotilla. Ojalá os enteréis, ojalá os duela. Ojalá os dé tanta rabia que sintáis la necesidad de decirle a quienes tengáis al lado que soy una zorra, una persona egoísta, una pagada de sí misma. Ojalá os escueza tanto que os acordéis de mí y maldigáis mi nombre tres veces. No es que tenga forma de saberlo, pero me voy a permitir dejaros un mensaje justo aquí, donde nunca llegaréis.
Ojalá os duela. Como me dolió a mí arrancaros de mi vida. Algunas de vosotras, personas, sois dolorosamente concretas. No teníais derecho a hacerlo.
Idos a la mierda.
Cosas que tienen que ver, no deja de llover en Dundee y luego sale el sol. Luego que por qué tengo la cabeza del revés.
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